Cecilia, una laica comprometida con la Compañía de Jesús, nos comparte con profundo amor su experiencia de cercanía y devoción a la Virgen María, especialmente en su advocación de la Virgen de los Rayos.

En su testimonio, Cecilia nos narra cómo la presencia maternal de María la ha acompañado y guiado en su camino de fe, llevándola a vivir una fuerte y transformadora experiencia de Dios.

A través de la oración, la contemplación y el servicio, ha descubierto cómo los “rayos” de gracia de María iluminan cada momento de su vida, dándole fuerza, consuelo y una renovada esperanza.

Su historia es un reflejo vivo de cómo la Virgen sigue actuando en el corazón de los laicos comprometidos, siendo faro y compañía en su misión en el mundo.

Gracias, Cecilia, por abrir tu corazón y mostrarnos cómo el amor de María puede tocar, sanar y renovar también hoy nuestras vidas.